En todos los gobiernos del mundo
existe un funcionario secreto a la orden del Ministro del Interior, cuya
única labor es la invención de requisitos para cualquier actividad vinculada
con la administración pública. Ganan un sueldo base muy bajo y comisión por
requisito instaurado. Se sabe que muchos de ellos sr retiran millonarios.
Mucha gente desconoce que en los
circos hay un empleado que tiene la singular ocupación de atajar a los
trapecistas que caen después de haber perdido el equilibrio.
Todas las iglesias tienen un
técnico que graba las confesiones de los fieles, las cuales son enviadas
mensualmente a Roma, en donde después de ser escuchadas cuidadosamente por una
junta evaluadora, las archivan para tener pruebas concretas en caso que el fiel
sea condenado a los infiernos.
Algunas funerarias usan los
servicios de un espiritista para consultar con los cadáveres de lujo su opinión
y las comodidades que desean en las urnas.
Aprovechándose de la obscuridad,
en casi todos los cines hay un señor que metiéndose bajo los asientos durante
las funciones, recoge los pistachos, maníes y garrapiñados que se han caído al
suelo y se los entrega a la vendedora de dulces para que los vuelva a meter en
bolsitas.
En los zoológicos de los países desarrollados
existen los "haldrófogos", cuidadores de dragones, que aunque
generalmente están desocupados, viven siendo permanentemente entrenados para un
caso de emergencia.
Se ha descubierto que casi todos
los clubes infantiles tienen un probador oficial de sopas, el cual informa
secretamente a los pequeños del sabor de las sopas y otros platos horribles.
La mayoría de los jueces emplean
los servicios de una iluminada, señora con dotes especiales que por intuición
les dice quien es el culpable en los asuntos muy complicados.
Las esposas provenientes de
familias muy educadas contratan "morangos", personas muy groseras y
de baja ralea que les suministrarán todo tipo de groserías e insultos para
emplearlos contra los maridos que llegan tarde o son muy parranderos.
Mucho se discute sobre la legitimidad
de las empresas que suministran "esclavos legales", gente que se ofrece
para trabajar como esclavo por un sueldo y cortos períodos de tiempo al
servicio de un rico que quiera darse el gusto de tener y maltratar un esclavo.
Estos empleados cobran sueldos altísimos, pero generalmente deben retirarse a
los dos años de servicio.
Los calvos con posibilidades
económicas tienen a su servicio un ujier, cuya única labor consiste en recoger
disimuladamente todos los pelos que
se le caigan al patrono y entregárselos en la noche para que no pierda ni un
pelo.
En muchos países existen ''melares",
gente de pocos recursos que por unas pocas monedas asumen todos los
sufrimientos y angustias del que les paga. Muchos de ellos por un pequeño complemento
realizan en su nombre buenas acciones y tienen gestos de amabilidad sin poner
en peligro la reputación de los mandantes.
Fuente: OTROVA GOMAS/El cofre de los Reconcomios
No hay comentarios:
Publicar un comentario