¿Es usted una de esas mujeres, que aparte de llevar la batuta en su hogar lleva también el rodillo, una verga de toro o una correa de cuatro dedos para poner finito a su indefenso maridito, que lo único que hace es trabajar para Ud. y sus hijos y en los tiempos libres trabaja en su casa para que usted no trabaje y le dé más tiempo para el chismorreo y el juego de barajas con sus vecinas?
Será que usted es de las que levan un Sí a flor de labios para todo lo que le diga o le pida su marido? No todo el tiempo puede ser sí, de ser así, es usted un ser muy carente de personalidad propia, evalúe su conducta y vea si él es merecedor de tanta complacencia.
No guarde bajo su almohada ese No cuando él le pide un momento de locura, locura para él solo, que nomás busca satisfacer sus instintos bestiales.
La felicito, claro, si es usted una de esas mujeres que se ha trazado un destino que ningún guabinoso, aprovechador, vividor, bueno pa’ nada, la va a condenar al cepillo, al lampazo y a la cocina, mientras el mundo bello y hermoso pasa por encima del techo de su casa.
Usted como todas es un ser humano
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