Un árabe va caminando por el desierto completamente desesperado porque hace dos años que no ha tocado mujer, asi que decide tirarse a su camella. Se baja, se acerca por detrás, y cuando va a empezar la camella da unos pasos para adelante. Frustado, el hombre vuelve a intentarlo mas rápido, pero la camella también se aparta mas rápidamente. Intenta sujetarla por las bridas, pero son demasiado cortas y no llega; va probando varias ideas, pero ninguna le funciona.
En ese momento aparece su hada madrina; la cual es una jovencita rubia, de ojos preciosos y mirada sugestiva, precioso cuerpo, y le dice sensualmente:
- Hola, soy tu hada madrina. Pídeme cualquier deseo y te lo concederé inmediatamente.
- ¿Cualquier deseo ?
- Sí, cualquieeeeer cosa que quieras.
- ¿De verdad que me vas a conceder cualquier deseo ?
- Que si, tonto, todo lo que tú quieras.
Después de pesarlo un poco, se pone colorado de la pena y le dice :
- Entonces... ¡no seas tonta y sujetame por un momento a la camella!
En ese momento aparece su hada madrina; la cual es una jovencita rubia, de ojos preciosos y mirada sugestiva, precioso cuerpo, y le dice sensualmente:
- Hola, soy tu hada madrina. Pídeme cualquier deseo y te lo concederé inmediatamente.
- ¿Cualquier deseo ?
- Sí, cualquieeeeer cosa que quieras.
- ¿De verdad que me vas a conceder cualquier deseo ?
- Que si, tonto, todo lo que tú quieras.
Después de pesarlo un poco, se pone colorado de la pena y le dice :
- Entonces... ¡no seas tonta y sujetame por un momento a la camella!
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